Una pareja inglesa decidió realizar su boda en el Círculo Polar Ártico, con temperaturas extremas y brindando en un bar construido con bloques de hielo, otros eligieron una estación de ski en Francia para desposarse, al aire libre y con trajes de época.
Una boda blanca es una opción realmente muy romántica y la luna de miel nevada puede ser el recuerdo inolvidable que estabas buscando…
Sin duda Alberta (Canadá) al pié de las Rocallosas es el destino soñado de cuentos de hadas para una verdadera boda en la nieve. En el Fairmont Jasper Park Lodge
podrán realizar paseos en trineo, transporte de ski a Marmot Basin, caminata en el hielo en el Cañón Maligne, tour guiado de ski de campo de medio día y alquiler de equipos para nieve o hielo.
Un destino blanco de categoría real es la exclusiva estación de ski St Moritz en Suiza, donde los príncipes de Holanda pasaron la suya. Otra posibilidad en Suiza podría ser Leukerbad, que cuenta con siete acogedores hoteles, estaciones de ski, aguas termales, alquiler de equipos y seguros.
El paisaje de blanco brillo, abrumador e infinito, te espera también en Vail, el centro de ski ubicado a 160km de Denver donde los enamorados (de los deportes de invierno) pueden practicar, además de ski nórdico y ski sobre hielo, snowboard y snows-hoe, para luego disfrutar de un baño sauna o hidromasaje compartido en el hotel.
Junto a tu amor el escenario no podría ser mejor.
