A pesar de las fuertes dudas que existían en torno a la posibilidad de que la estación de esquí leridana de Boí Taüll abriera de cara a la próxima temporada de invierno, finalmente se ha confirmado que, mediante el concurso de acreedores que la estación mantiene desde el pasado mes de abril, se ha obtenido una inyección de 800.000 euros de su propietaria, la inmobiliaria Nozar, para que turistas de todo el mundo puedan disfrutar de sus instalaciones en los próximos meses.
Lo cierto del caso es que la firma de la familia Nozaleda también se encuentra en situación concursal, pero Boí Taüll ha conseguido que los administradores aprueben el préstamo, sin el cual la posibilidad de presentarse como una alternativa más de turismo en la próxima temporada se antojaba imposible, de hecho, esto fue así hasta que solicitaron el crédito formalmente al Juzgado Mercantil número 2 de Madrid, que lleva el concurso.
Además, hay que destacar que en su momento, Boí Taüll suspendió pagos con una deuda de 45 millones de euros y poco después presentó un expediente de regulación de empleo temporal que afectó a noventa trabajadores, manteniéndose desde entonces en una constante negociación con la Generalitat, que llegó a ofrecerse a adquirir la unidad productiva, aunque por el momento se ha esquivado esta solución.
De hecho, la estación abrirá la próxima temporada sin la necesidad del rescate público, aunque, en paralelo, aún tiene una asignatura pendiente con el Govern que deberá resolver en las próximas temporadas, ya que de lo contrario, si situación podría ser incluso más riesgosa de lo que se planteaba en los últimos meses.
Por otro lado, que descartada entonces la posibilidad de que la Generalitat pudiera asumir la dirección de Boí Taüll a través de Ferrocarrils de la Generalitat, una empresa pública que gestiona también las estaciones de La Molina, Vall de Núria, Espot y Port Ainé; como sucediera el año anterior cuando el Ejecutivo autonómico salió al rescate de Vallter 2000.
