El hielo a veces ayuda

Siempre hablamos del riesgo de la conducción sobre hielo, los efectos de éste en los cultivos, etc., pero a veces ayuda: abierta la sanguinaria veda de la caza de focas en Canadá, unos cien barcos han quedado atrapados entre el hielo debido a un sorprendente enfriamiento súbito de las aguas.

Seguimos diciéndolo, el tiempo está loco. Este año, el número de crías permitidas para su caza había menguado debido a un mayor deshielo de lo habitual, lo que había provocado una menor natalidad entre las focas. Esto se produjo, con casi total seguridad, por el calentamiento de la Tierra, y este cambio climático con sus azares, también le ha vuelto a jugar una mala pasada a los cazadores de focas dejándoles varados en el hielo.

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