El esquí de fuera de pista es bien conocido entre aquellos esquiadores de nivel medio o alto que van en busca de nuevas rutas y nuevas sensaciones.
Aprovechando los recursos que ofrecen las pistas (remontes, telesféricos, etc.), se puede ir hasta el punto de inicio del que será un recorrido casi impredecible.
Pero hay que tener en cuenta que esta actividad es más recomendable cuanto mayor dominio del esquí existe, lo que conllevará una mayor seguridad y diversión para el participante.
Como recomendación, cabe decir que el material debe estar revisado y acondicionado para esta actividad. Debe realizarse un buen afilado de los cantos y el reglaje de las fijaciones, las suelas deben estar bien enceradas y no deben descuidarse la ropa, los guantes, el gorro y las gafas. Tampoco está de más llevar el teléfono móvil como opción a la que recurrir en caso de algún contratiempo. Para este tipo de esquí, no se suele recomendar el esquí de alquiler, mucho más gastado y descuidado que uno propio.
Además, es conveniente llevar una especie de «kit de supervivencia» para mayor seguridad. Este «kit» incluirá:
- Botiquín.
- Arva para caso de avalancha.
- Manta térmica.
- Pala y sonda.
- Pieles de foca y fijación mixta acoplable.
- Gafas, guantes y gorro de repuesto.
Además, es recomendable esquiar siempre acompañado, prestar atención a las avalanchas, no salir con riesgo superior a 3/5 y consultar obligatoriamente el parte meteorológico.
Vía: Canal Esquí