Uno de los deportes de nieve que se ha instituido entre los practicados en todo el mundo en los últimos años es, indudablemente, el SpeedFlying, que podríamos definir de forma rápida y sencilla, como una combinación de parapente, paracaidismo y habilidades de esquí, por lo que se trata también de uno de los más peligrosos que podemos encontrar, pero realmente excelente si lo que buscamos es adrenalina.
De hecho, si bien es un deporte relativamente nuevo que está creciendo rápidamente y ganando interesados, en algunas zonas de Europa se está volviendo popular en el orden de deportes que tienen décadas de existencia, y si bien por lo general son los especialistas en montaña los únicos que se animan a llevarlo a cabo, ya se dictan cursos para todo el mundo en muchos sitios, y con costos semejantes a los del esquí tradicional o el snowboarding.
Lo más interesante de esta mezcla de ambos deportes, es que no conoce de límites de ningún tipo, considerando por ejemplo que si, por ejemplo, las condiciones del terreno no son las adecuadas, podemos coger velocidad de vuelo y alzarnos sobre un trozo del camino, de modo que no veremos nuestra carrera interrumpida de ningún modo.
Además, una de las características salientes de esta disciplina tiene que ver directamente con que le permite a cada uno de los practicantes escoger la pista donde quieren desarrollarse, de modo que debe tratarse de terrenos amplios, donde no se puedan provocar problemas con personas que han acudido a la montaña a practicar otros deportes distintos.
Igualmente, no podemos dejar de destacar que las grandes velocidades y la poca estabilidad en muchas ocasiones, así como las caídas y los aterrizajes hacen que sea un deporte bastante peligrosos, y en los últimos dos años, de hecho, han sido unas 20 las víctimas fatales por llevar adelante este deporte que busca imponerse en el mundo de los de nieve.